Árboles bonsái, mucho más que decoración
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El arte de cultivar árboles bonsái es una práctica milenaria en China. Es conocida a nivel mundial y con cierto nivel de popularidad en el ámbito de la decoración y el diseño de espacios gracias a la apropiación japonesa.
De por sí, los bonsái son árboles comunes y corrientes que son sembrados en una maceta, pero con un tamaño inferior al del árbol original.
¿Cómo se hacen los bonsái?
El arte del bonsái se rige bajo unos patrones técnicos, entre los que se cuentan podar el tronco, las hojas y las raíces cada ciertos periodos de tiempo. Aparte, hay que cuidar el trasplante, el pinzado y el alambrado, entre otros. Los periodos de tiempo dependen de la especie del árbol.
Una de las cuestiones fundamentales del bonsái es que el árbol debe ir en consonancia con la maceta ya que ambos elementos se consideran parte de la obra.
La decoración del bonsái
El Bonsái suele acompañarse de un cartel, el kakemono y una piedra paisaje japonesa llamada tenseki, que representa la estación del año.
La tradición japonesa basa su perfección del bonsái en tres conceptos fundamentales:
- La conicidad. El tronco debe ser más ancho en la base que en la parte superior
- La triangulación. Las ramas y hojas deben tener un perfil triangular, tanto desde el frente como desde la vista lateral
- Las ramas. Deben nacer en la parte exterior de las curvas del tronco.
Los árboles más preciados en esta práctica son los que tienen hojas pequeñas de forma natural, como el arce, el olmo, el pino silvestre, la higuera, el enebro y el espino de fuego.